Mi
conciencia avanza como un caracol sobre la hoja del acanto,
mi
conciencia habita entre escamas y velos blancos.
¿Adónde
va cuando duerme mi conciencia?
Como
vapor se sumerge en el agua
como
humo se convierte en madera
como
pensamiento es pensada.
El
sol es el bindu de mi alma,
mi
alma resplandece cuando mi conciencia avanza
entre
callejones de venas
sobre
lianas de nervios
a
golpe de remos de un corazón esclavo
de
la duda si latir o volver al barro.
Conciencia
leve y liviana como el roce de un misterio
como
mariposas aleteando dentro de mi pensamiento,
sin
frío, sin redes, sin miradas curiosas,
inmaculadas
y eternas,
soñada
en un algo tan grande que no es posible despertar.
Conciencia
como pisadas sobre una superficie líquida
sin
hundirse
como
un desprendimiento de rocas risueñas
que
se echan a volar
repentinamente
dentro de su propio espejo
y
eligen del vestuario de la vida
un
rol, un personaje y una máscara.
Divina
conciencia de mí mismo
que
se va desprendiendo de fragmentos de olvido
para
fundirme con la aurora de los universos.
Divina
conciencia de mí
mientras
más despierta
más
profundamente sueño que duerme.
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