domingo, 26 de noviembre de 2023

Espiral

 

 



Espiral azul irradiante

pare al alba gota de rocío;

a su lado,

un millón de años,

una humanidad ha existido

sin conocer todavía

una gota de rocío.

sábado, 18 de noviembre de 2023

La Hora de la Humanidad

 

 

 

Si existe un Dios Justo,

el Juicio Final está cerca.

Si no existe Dios,

no habrá Juicio Final,

sí Apocalipsis.


jueves, 9 de noviembre de 2023

Una Experiencia Repugnante (Cap. 5 de Historias de un Individuo Imposible)

 


  

Desde niño me llenaron la cabeza de MIERDA; aunque ésta sea una metáfora desagradable, sé que funcionará para hacerme entender. Cuando digo mierda, lamentable quiero decir TODO. Advierto que no es en absoluto mi intención herir la sensibilidad de nadie. Tampoco estoy culpando a nadie, ni me siento profundamente resentido ni dolido. Es muy raro que uno no use la palabra mierda con una carga de rabia, con una intensa carga emocional negativa, de desprecio, asco, ofensa, violencia, etc. Yo carezco de carga emocional negativa, aunque la utilizo también y la reconozco en mi biografía y aquí para representar las infiltraciones negativas dentro de mi sensibilidad personal, y su gravedad en general, en buena parte de mi vida previa… ¡Claro que podría haber utilizado otra palabra!... Creo que la uso aquí sobre todo para destacar la dificultad y el desagrado – metafóricamente asco - que me causa no poder sacarme de adentro más fácilmente esto (mierda, desecho, residuo conceptual y mental) que todavía me hace tanto daño, que me condiciona, que me embadurna inaguantablemente por dentro y por fuera. ¿Cómo podrían mis semejantes haberme ofrecido y dado algo que no fuese mierda, si ellos mismos tenían y tienen la cabeza llena de mierda?... ¡Está bien, maticemos!, hay muchos tipos de mierda... Incluso se da la paradoja frecuente de que hay mierda que no es mierda, o sólo mierda. Veamos esto de la paradoja tan frecuente. Si alguien me lee ahora, dirá con seguridad: “Yo no tengo la cabeza llena de mierda”... ¡Sí!, pero también hay personas que dicen de un pastel: “¡Esto es una mierda!”, y otras, respecto del mismo: “¡Esto es una exquisitez!”… Una de las grandes preguntas que se deriva de esta situación universal de la experiencia humana ha sido siempre histórica y filosóficamente: ¿Ese pastel es realmente algo como una exquisitez, una mierda, u otra cosa?... Es más, estoy cierto de lo que llamo la mierda infiltrada dentro de mi cabeza para casi todos los seres humanos sería otra cosa que mierda, incluso mucho les parecería un rico pastel. Demos un claro y decisivo ejemplo para que comience a visualizarse de qué hablo… La Educación. En todo el Mundo, en todas las culturas, en todos los tiempos, la educación (la formal y la informal) ha sido un eje central de toda sociedad humana. Sin educación, sin transmisión de conocimientos y experiencias, la Humanidad no habría sobrevivido hasta el día de hoy, ni tampoco habría logrado lo que ha logrado – usted, lector, entienda aquí según su criterio: pastel o mierda, u otra cosa -. Recuerde que si usted mira hacia la luna y considera que ya ha habido seres humanos saltando en ella, o piensa en un Mars Rover desplazándose sobre la superficie de Marte, se henchirá de orgullo humano, de esta civilización-pastel, y de todo lo demás que hemos llegado a desarrollar en nuestro “beneficio”. En cambio, si nos encontrásemos en el año 2043 con un planeta Tierra devastado por la destrucción nuclear y otras calamidades antropogénicas, esos humanos tendrán que reconocer que la nuestra ha sido una civilización-mierda.[1] [Ejemplifiquemos sólo de pasada: el hecho de que Einstein, y sus epígonos físicos, no hayan reconocido e incorporado la dimensión humana (bio-psico-física)[2] en sus teorías físico-matemáticas reduccionistas de la realidad, convierte su Teoría de la Relatividad, sin restarle sus méritos ciertos, también en una teoría de mierda. Es más, toda la Física y las Ciencias modernas adolecen de la misma falencia y, a fortiori, falsedad, al excluir la Dimensión Humana, en tanto dimensión universal, en paralelo a las dimensiones espacio-tiempo, multiverso, cuántica, hiperespacio, etc., no sólo de su modelo de realidad, sino de sus propios condicionantes – actualmente ignorados - para la actividad y área (sistema) de conocimiento de las Ciencias.[3]]

Bien, con la Educación obviamente nos encontramos con un conjunto de saberes transmitidos intencionalmente para beneficio de quienes los reciben y que se inoculan casi sin aceptar ninguna forma ni grado de oposición en el educado, o bien utilizando las más variadas y eficaces formas de encantamiento persuasivo (p.e., el reconocimiento social, el bienestar material).[4] Sin embargo, ya desde tempranos tiempos la Humanidad ha creado un set de conocimientos y experiencias tan numeroso y variado en sus características, condiciones y efectos, que, lo que a unos les resulta beneficioso, a otros les resulta perjudicial, como, por ejemplo, “El Arte de la Guerra”, o, en su conceptualización actual: “El Negocio de la Guerra”. Reconozco que yo también me nutrí a través de los innumerables tipos de medios culturales y educativos con la firme creencia y experiencia de estar accediendo, como un privilegiado, a la pastelería más exquisita y superior que nos ofrecía la civilización humana: las artes, las ciencias, los libros, la espiritualidad, la religión, Dios, la filosofía, la inteligencia, el conocimiento, la superación material y la autosuperación, la medicina, los valores morales, los ideales, el bien, el amor, la justicia, la humanidad, etc., etc., etc…. He dicho antes que hay muchos tipos de mierda; también podría agregar – para que se entienda mejor -, de grados, de experiencias, de parámetros, de criterios, de sentidos, etc. Se podría, y hasta debería, ampliar y profundizar en este complejísimo concepto de mierda que aquí propongo – siempre sólo metafórica y sugestivamente -, para que se comprenda cabalmente la dimensión, densidad y complejidad implícitas que posee (también en mi texto). No puedo hacerlo aquí. En cambio, hago explícito que, para mí, dicho en forma simple y banal, también hay tipos de mierdas mejores y peores. En buena medida, como meros ámbitos o áreas de la experiencia humana de civilización, todos aquellos tipos y excelencias que nombré más arriba siguen siendo para mí todavía las mejores mierdas humanas. En cambio, se han convertido en una gran mierda sus contenidos, sus logros específicos, sus conocimientos particulares. O sea, la Física, como Ciencia facultativa, para mí es una mierda relativamente mejor, que la mierda específica de la teoría de la relatividad. Sí, uno puede y debe nutrirse de mierda para funcionar concordantemente en un mundo de mierda, en el cual funciona bastante bien la mierda, pero no la crema… ¡Esto es una trampa, un engaño, una falacia, porque nadie te advierte en esta sociedad humana que TODO te está como hipnotizando para comer heces, pero lo experimentas enteramente pastel!...[5] ¿Cómo podría uno, tratando de huir de la ilusión de mierda,  encontrar un punto que no sea otro mero punto de mierda desde donde contemplar separadamente TODO?... ¡No lo sé!... Pero, al menos, es un hecho indesmentible para mí que estoy viendo feca donde antes veía pastel, y estoy experimentando, viviendo esta otra mierda separada que se siente mejor en todo sentido que toda esa otra mierda, aunque no sea del todo diferente. ¡Eso ya es, al menos, un avance entre mierda y mierda!... Tal vez TODO no sea más que una escala de mierda al infinito, en la cual uno sólo puede subir o bajar de una grada de mierda, a otra grada de mierda. [Es desagradable, ¿verdad?, que repita tanto la palabra mierda, sinónimos y derivados. Bueno, así precisamente me sé - aunque no siento -, y por eso mismo la repito por todas partes.] Intercalo aquí otro exabrupto y ejemplo significativo de algo central en el conocimiento de mierda actual: las Ciencias… ¡Qué decisiva ha sido para la Humanidad, también para mí, su presencia imperial, imperialista, que todavía crece y crece, en desmedro de los demás saberes y cosmovisiones!... Una pobre y hedionda Ciencia que teoriza sólo con ayuda de la razón humana, infantil, vérmica, sicótica; una pobre y pegajosa Ciencia que se atiene a una realidad sólo encuadrable dentro de los sentidos; una pobre y arrogante Ciencia que se ha representado y le ha metido el guante sólo con Matemáticas a un minúsculo entorno material (un Universo con un tamaño de sólo 93.000 millones de años luz) que debiera ser experimentado en relación con la infinitud incalculable, indeterminada, de realidades, modos de ser y dimensiones, a los que tenemos acceso fáctico y también posible; una pobre y delirante Ciencia que se absolutiza a sí misma como Verdad y Sucesora de Dios (Supremo)… ¡Qué aborrecible ceguera de las Ciencias, y, como causa de las Ciencias, la penosa y limitada condición humana, incapaz hasta ahora de reconocer por dónde va su increíble y desaprovechada propia grandeza!... La persona humana es un cruce interdimensional, un agujero de gusano multidimensional, incalculablemente multidimensional, la demostración más completa e inmediata del Multiverso físico y no-físico, la sobre-superación de toda Física y de toda Ciencia y de toda forma de conocimiento hasta ahora conocidas; el asombro y el milagro llevado al summum, pero experimentado desde una conciencia y una autoconciencia espontáneas tan limitadas del fenómeno, del potencial, de la complejidad de sus realidades imbricadas, de su verdadera condición natural, que le ha sido conferida de modo tan fácil, tan gratuitamente dado, tan integrado, tan unificado en su rareza y multiplicidad, que no alcanza a reconocerlo, que no alcanza a darse cuenta - ¡pobre miope! -, aunque está totalmente inmerso en esa experiencia multiversal[6], pues sólo se ha atenido a la utilización de los sentidos; a una racionalidad servil de los sentidos y la materia; a una prolongación y extensión (material-tecnológica-computacional) de los sentidos y la corporalidad física; a una emocionalidad absorbente tan básica y animal, que apenas nos diferencia de los lagartos; a un desarrollo de la mente, de la conciencia y del cerebro que apenas se asemeja al resplandor de un fósforo que pronto se apaga, habiendo podido brillar desde hace miles de años como soles hasta ahora desconocidos…

Sin embargo, no soy tan mal agradecido, tan absurdo, tan desarraigado de la experiencia de realidad que me ha acompañado toda mi vida a mí, y a todos los seres humanos desde el principio de nuestra especie, como podría colegirse de lo dicho hasta aquí. La experiencia directa de la Naturaleza, el conocimiento y desenvolvimiento humano en sociedades y en el entorno natural y físico del Universo asumido, los procesos cognitivos y sus producciones, las realizaciones materiales, la educación y las enseñanzas de todo tipo, no pueden ser calificados tan burda y exageradamente como desecho, mierda. En buena medida crecí, me desarrollé hasta donde he llegado hoy (lo mejor de mí) gracias a esos saberes, a esos maestros, aunque haya tenido que ser un proceso dialéctico, de amor y odio, de leche y veneno, para sólo así serme entonces positivo, el cual ahora denuesto y trato de exorcizar. Sólo donde me encuentro hoy, en el Borde de la Realidad, en esta condición de singularidad, los contenidos humanos aprendidos o disponibles son para mí, sólo para mí, una mierda, más que cualquier otra cosa. Incluso pido perdón por todo esto, pero realmente en mi experiencia actual de realidad es ASÍ. Seguramente algo, seguramente sólo un poco, muy poquito de tu experiencia, mi lector, se asemeja o te resuena familiar y tuya en esta mi visión extrema de la producción omnipresente del excremento humano, que a mí y a ti nos empantana y nos hunde asfixiantemente, o dulcemente, en contra de nuestra irrenunciable, profunda e incomprensible necesidad de trascender, de evolucionar hacia un punto ápex trascendental desconocido, el Gran Agujero de Gusano hacia una realidad aún no conocida, que exige irresistiblemente de nosotros la capacidad de irnos desprendiendo de TODO, transformándonos integradora y vertiginosamente en algo más y superior respecto de nosotros mismos y de TODO, contenidos por la misteriosa paciencia y gradualidad que demuestra un Universo de unos 30.000 millones de años hacia atrás, y probablemente de otros tantos hacia adelante.[7] Seamos pacientes, también vehementes, en la justa medida lo uno y lo otro, para devenir experimentando necesariamente este gran pastel y esta gran mierda, todo junto, definitivamente, al menos por ahora, a ciegas, porque no sabemos siquiera si vamos a alguna parte (inteligible), si seguiremos siquiera siendo algo semejante a lo que ahora somos, y dentro de algo semejante (Universo-multidimensionalidad), como individuos, y/o como especie.

 



[1] Hoy por hoy no nos encontramos con una situación y experiencia tan extremas, aunque también son innumerables los hechos-mierda en escala más reducida. Creo que no necesito dar ejemplos por todos conocidos, aunque todavía no por todos sufridos.

[2] Sólo la macrodimensión Psi (psiquismo) encubre incalculables otras dimensiones de realidad, a las que se accede y se interactúa, en la medida que ello es posible, a través y por medio de la mente, la conciencia, el inconciente, el yo, las diferentes facultades mentales y cognitivas, el espíritu, la energía psico-biológica, etc. Si las Ciencias modernas y la Humanidad inteligente pusiesen la atención en esto, investigasen, experimentasen con nuevas metodologías y nuevos modos epistemológicos, con sus propias facultades cognitivas reconfiguradas, todo lo que hay, e implica, en la Mente o Psiquismo humano y animal, se derrumbaría todo el conocimiento científico adquirido hasta hoy, todo su paradigma de realidad y de conocimiento, toda experiencia humana como se vive y concibe actualmente, TODO, sin excepción.

[3] Una demostración de esto se encuentra en el hecho de que las Ciencias y sus conocimientos van cambiando necesariamente con el transcurso del devenir histórico del ser humano, a causa de su experiencia y transformación colectiva y subjetiva – incluido como tal la tecnología -, pero no por un factor intrínseco (verdad, virtud, poder, creatividad, etc.) a la Ciencia misma, a la tecnología, o a cambios sustantivos de la realidad física y material. No es la Ciencia, sus nuevos conocimientos y creaciones, los que cambian la Ciencia ni la realidad, sino es el ser humano el que cambia el conocimiento relativo de la Ciencia, la Ciencia misma, y sus efectos (logros).

[4] En capítulos anteriores he narrado cómo experimenté en mi adolescencia y adultez un autoencantamiento, una especie de autohipnosis, para exaltar y desarrollar mis propias formas de conocimiento, basadas en, y referidas a, lo que ahora considero la mierda del saber humano, pero que en su momento me resultaron una especie de ascenso sobrenatural hacia la Verdad, un logro precioso para mí y hasta para la Humanidad. También yo me hice trampa y me engañé a mí mismo, sin coacción externa, tanto como con coacción externa.

[5] Los peores enmierdadores son aquellos que afirman que todo, o esto o aquello, es una ilusión de mierda, para enseguida “enchufarte” su solución de mierda, que se te propone para superar la otra ilusión de mierda que ellos tan meritoriamente ya han desenmascarado.

[6] Otras dimensiones de realidad, además del tiempo, del espacio, del (eventual) multiverso, son la dimensión de la vida biológica, el antes y el después de la vida corporal, las dimensiones asociadas a las experiencias paranormales (telepatía, ECM, Ovnis, las apariciones (entidades) personales no biológicas, la memoria kármica, premonición, etc.), la conciencia, etc.

[7] Estos u otros datos matemáticos y teóricos que manejan los cosmólogos son una mierda ilusoria, no tanto así la referencia implícita a algún tipo de un gran antes y un gran después de TODO ESTO, aunque incluso una visión de este tipo (más empírica) pueda llegar a ser también una mierda ilusoria antropogénica, y hasta una mierda extra-antropogénica (universal).