sábado, 13 de agosto de 2011

ARQUÍMEDES


Evidenciarnos increados y solos sin estarlo. Mirar un color y una forma que no suceden ahí. Oír sonidos y músicas que nuestro cerebro repite en un inexistente afuera. Tocar con nuestra piel nunca ondas ni átomos. Y así construirnos un saber que crece como la ficción de un universo que se fuese develando desde el trasfondo de una programada ilusión genética. Lloramos y no hay verdadero motivo. Todo lo que sabemos no lo sabemos ni existe. Todo lo que somos no lo somos, aunque en la experiencia del yo vivimos. Reímos por tonteras sin saber que una burla de sí mismo es nuestra mejor respuesta a esta irónica ilusión. Y aun así, qué maravilla, “Hay una verdad”, soy capaz de descubrir esta única verdad sobre el engaño. El sabio Arquímedes me daría un gran abrazo, δς μοι π στ κα τν γν κινάσω. De aquí en adelante sólo nos resta construir su nueva palanca…

1 comentario:

  1. Rodrigo, Que El Dios de La Comunicación, de La Amistad, de La Paz te siga bendiciendo.
    Gracias por ser amigo de la palabra amiga.
    Saludos y que viva Chile...
    Saludos a nuestro mutuo amigo Benjamín...

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