jueves, 2 de junio de 2011

MI CASA TIEMBLA

Mi casa tiembla. Mi casa tirita como un enfermo afiebrado que se cobija furtivamente bajo un alto de frazadas. A veces tiemblan las puertas y castañetean sus goznes  o crujen las vigas. No sé. A veces me da miedo. No siempre, pero a veces… No se prenden ni se apagan solas las luces, ni vuelan los objetos por el aire. No. No me estoy volviendo loco ni mi casa está embrujada. Casi estoy seguro de ello. Los vidrios también tiritan y me inspiran una sensación de pena. ¿Han escuchado alguna vez la fragilidad?... Yo pensé, como ustedes deben de estar pensando, que el paso de los automóviles, o las réplicas del terremoto pasado, o la vibración del aire comprimido de los ruidos urbanos  estarían remeciendo mi casa… Es necesario encontrar las razones bien razonables y empíricas. ¿Qué sería de nosotros si cada vez que temblara nos hincásemos de rodillas para pedirle perdón a Dios?... Bueno, no es que yo no crea en Dios, pero tampoco me gusta creer en un Dios que lo único que sabe hacer es jugar a las escondidas o al misterio… ¡Vean, ahora está vibrando la puerta de mi escritorio!... Les he preguntado a mis vecinos, pero no, sólo es en mi casa… Incluso he conversado con arquitectos, geólogos y topógrafos que conocen bien mi terreno; ellos afirman con total seguridad que el asiento topológico del lugar está en orden. No hace tanto tiempo que tiembla este temblor en mi casa. Tal vez si me consiguiera a un sismólogo podría darme alguna luz… Sólo desde hace algunos meses. Más aún, se estremece sólo cuando estoy solo.... Puede no ser en absoluto preocupante y simplemente debiera dejar que mi casa tiemble hasta que se derrumbe sola, o hasta que el agotamiento de los materiales diga “¡Casa abajo!”. Pero ¡no! Hay algo más en todo esto. ¿Por qué se balancea así, tan calladita, como si me quisiera decir algo sin que nadie se entere, y sin que yo mismo me asuste? Y aquí sigue tan sólida al mismo tiempo, firme en sus cimientos de concreto y aferrada a sus muros de buen ladrillo y cemento, como cualquier otra casa… O quizás no es realmente mi casa, sino la tierra entera que está temblando.

2 comentarios:

  1. Hola comnpatriota, me habìan hablado de tì. yo tb tengo un blog literario (notese que no soy escritora, solo una apasionada lectora de todo aquello que llegue a mis manos, ojos o que me sea recomendado). Bueno querìa pedirte si me prestas un poema o algùn escrito tuyo para publicarlo en mi blog el proximo viernes, dìa en que pido prestado algo a amigos del web.

    Espero tu respuesta , bueno vendrè a buscarla, ok suerte, muchas feliz y estamos en contacto.
    Chau

    ResponderBorrar
  2. Hola, me pasa lo mismo que a ti, donde alquilo el lugar tiembla, es mi puerta, mi cama, mi mesa, mis estantes, todo tiembla. Pero no te asusta, solo incomoda un poco el ruido porque es muy rapidito. Vivo en el tercer piso del inmueble y le pregunte a mi vecina y me dice que ella no escucha nada, le pregunte a mi vecino de piso y me dice que lo mismo le pasa. No tenemos ni idea de lo que sea. Me gustaria saber a que se debe. Todo es un misterio.

    ResponderBorrar