jueves, 9 de junio de 2011

COLECTIVO DE NOCHE

Volvió a mirar por el espejo retrovisor esa cara bella que reposaba sensualmente en el asiento trasero. Le parecía que nunca había visto una mujer tan hermosa subir a su colectivo. Él se sabía guapo y maestro en halagar mujeres. “Creo que las mujeres hermosas debieran tener privilegios.” Levantó la vista hacia el espejo y comprobó que sonreía con el cumplido. “Yo no tengo pareja, pero si la tuviera, haría de ella el centro de mi vida.” Escuchó detrás un susurro deslizante y girando levemente la cabeza vio cerca de su respaldo las irresistibles piernas de la joven que subían desnudas hasta muy arriba. Sintió el exquisito perfume que se venía hacia él, y su mano suave y cálida se posó en su hombro, rosando apenas su cuello. Entonces de prisa estacionó el coche en la primera entrada oscura y se dio media vuelta. El asiento trasero estaba vacío, tan vacío como su alma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario