El
centinela indaga por encima de las nubes del tiempo
las
estrellas se ordenan iniciáticas sobre el pergamino negro del destino
el
cisne aletea nervioso contra la mirada asesina del cazador
observa
piadosamente al centinela inmóvil que espera la muerte
el
pueblo en el fondo del cráneo duerme satisfecho de ignorar augurios
la
rana da algunos saltitos y se queda escuchando al viento
las
montañas se balancean inquietas e incómodas bajo la luz de la luna
el
centinela nunca ha dormido esperando la muerte
ahora
debe bajar la mirada
sensitivo
y dócil ya no se opone a su entrada triunfal.
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