El
señor de la esquina es lunático,
mi
vecina de enfrente es histérica,
la
familia de al lado es vulgar
aunque
imita modales de TV,
alguien
pasa por el frente de mi casa
y
escupe,
un
vehículo acelera y rompe una y otra vez
la
sensitiva música de mi tocadiscos centenario,
gritos,
hediondez y pulcritud en mi barrio,
llegará
el fin de semana
y
nos sonreiremos al encontrarnos
cuando
salgamos de paseo con nuestros poodles
en
pijamas y pantuflas.
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