Te
buscan para darte muerte,
amigo,
¡hey!, te buscan para darte muerte,
huye,
amigo mío, huye,
los
esbirros de la canalla vienen por ti,
te
destrozarán como si fueses un papel entre sus manos,
te
cogerán por los hombros, por los brazos
y
al fin te golpearán hasta que en ti ya no haya voluntad.
Huye,
amigo, no te detengas,
deja
todas las cosas que posees y huye,
huye
con tu mujer y tus hijos,
huye
ya, pero ya,
porque
no perdonarán nada que ames;
si
llegan a apoderarse de quienes amas
sufrirás
más que todo lo que podrías sufrir
por
ti mismo en este mundo y en cualquiera.
Vienen
por ti
como
vendrán por cada uno de nosotros
que
no aceptamos someternos al Régimen
que
no aceptamos seguir la Gran Mentira
que
no aceptamos cualquier mentira
que
no aceptamos poder como verdad
que
no aceptamos que vengan por ti
sin
más
a
darte muerte.
Huye,
amigo mío,
huye
aunque nada te lo advierta,
aunque
seas el más exitoso de tus pares,
aunque
todo se te esté dando bien,
aunque
tengas todos los bienes que cualquiera pueda desear,
aunque
seas un buen ciudadano
religioso,
sin antecedentes, sin deudas,
huye,
porque
esta muerte no avisa,
porque
te vigilan desde hace tiempo
y
han salido ya desde sus guaridas invisibles
los
jinetes del apocalipsis
con
sus guadañas de fuego.
Te
quiero, amigo mío,
--ya
no te preocupes por mí
¡huye!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario