Los niños bajo los puentes
interrogan a las ratas sabias
sobre la duración de la vida
sobre la calidez de los lechos humanos
mientras beben una taza
de chocolate humeante inexistente.
Los niños aspiran neoprén
bajo los puentes
mientras el agua pútrida
lava sus pies de barro y cemento,
mientras cantan una canción de paz
hasta que el último se duerme
arrancando de monstruos y muertos
que crecen sanos asesinos
en sus pesadillas de día.
Los niños bajo los puentes
tosen y tosen,
los niños bajos los puentes
lloran sin quejas
para adentro,
los niños bajo los puentes
tiritan de hambre,
los niños bajo los puentes
se están muriendo,
se están muriendo
ignorados.
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