miércoles, 18 de marzo de 2015

Qué me queda



Me queda la voz cansada
el paso lento
y entre tus manos y las mías
un horizonte inmenso.
Me quedan las manzanas olorosas
de tu huerto
y el arrebato dulce de un amor temprano,
muertos.
Me quedan los caminantes de la mano,
los besos desflorados como espinas
por el tiempo
y en la boca nada
o viento.
Me quedan las mañanas
y el silencio,
la verdad abierta por el flanco
eterno.

2 comentarios:

  1. Hola Rodrigo! Felicitaciones por el Blog, por sus contenidos y por la afirmación de valores que significa en cada una de sus entradas. Te agradezco además las cálidas palabras que dejaste en el mío. Me quedaré a repasar los sonetos y vivas reflexiones, y desde ya tienes un nuevo seguidor de la página. Un abrazo!

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