Voy
a volar como una nube de pensamientos
dispersada
por una quebrazón de huesos
como
se planea un despertar cuando se está despierto
y
sin razón te descubres sobre la cubierta de una fragata de guerra
y
escuchas indudablemente el despertar de sus cañones abatiendo
cualquier
posibilidad de despertar,
más
aún cuando su tubo de acero negro gira y apunta hacia el sol,
¡Dios!,
tu sol, el sol de todos los nacidos,
el
sol astronómicamente inalcanzable
salvo
para los esputos miserables de los hombres de guerra.
Voy
a volar y no me detendrá el pensamiento,
voy
a volar sin miedo a la luz de mi propio cuerpo,
voy
a volar como una nave de guerra
se
libera de su propia guerra
y
vuela en el horizonte incandescente de la tarde.
Esa sensación que sentimos tantas veces...
ResponderBorrarcuando llega hay que dejarse llevar
Un beso amigo