martes, 5 de junio de 2012

Te espero



Te espero
y nadie sabe que te espero.
Te espero
y no sé a quién espero.
Cuando llega el sol por la mañana
sé que te espero
aunque no te vea
sino en luz, en cosas y en humanos.
Vuelvo a saber que te espero una y otra vez
porque te has hecho en mí humildad y esperanza,
te has convertido en dolor y libertad
en dulzura y paciencia violentada
en carne insatisfecha y en mente rebelde
en conciencia y letanía de preguntas
que apaciguas con esperas y esperas
mientras me dejas contemplando
la maravilla de tu mundo
lacerado de señales, estigmas y milagros.

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