Quería
ver de cerca el cielo
abrí
mi ventana
había
estrellas y algo de frío
un
cielo de luto que se iba expandiendo
a
medida que miraba
por
encima de techos piramidales
por
encima del océano sumergido
bajo
el nivel del mar
por
encima del campanario del tiempo
por
sobre las voces
ya
más resignadas y tenues de la capital
empequeñecida
dentro
de sueños
progresivamente
abultados
de
ciudadanos diminutos
que
comenzaron a decaer
como
las luces fatuas de todas las habitaciones
hipnotizados
desde mi ventana
hacia
el otro lado de las estrellas.
Nadie
podrá evadir el sueño
tarde
o temprano
buenas
noches a la noche.
Cierro
mi ventana
satisfecho.
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