lunes, 15 de diciembre de 2025

Parnaso

 

 

Yo fui un gran poeta, no el de las bulliciosas bibliotecas humanas. Yo reí a carcajadas, yo bebí hasta emborracharme con ese puñado de poetas locos allá arriba, en la montaña del Parnaso. Recité a gritos, recité susurrando, recité con mis ojos y mis manos “Soy feliz”. Homero me tomó de un brazo, Pablo Neruda me tomó la mano. El sol ya se ponía por el occidente anaranjado. Yo les dije con mi último verso: “Ya es hora, amigos amados, ya es hora, durmamos”.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario