¿Quién puede imaginarse a un dios que contempla día a día
las locuras de cada ser humano nuestro?...
¿Quién puede imaginarse a un dios que contempla pronto
para siempre
como un loco
un planeta desierto en el cual ni siquiera el viento
juega con un papel ilegible y sucio?…
¿Por qué nadie
quiere ser nadie?...
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