
Siempre hay algo que toma el control y el
dominio de tu mente. A veces crees que eres tú el que está decidiendo o
llevando el curso de tu mente, pero no. A veces tú puedes hacerte conciente de cuál
motivo está prevaleciendo en tu mente, en tu alma, en tu persona; la mayoría de
las veces, no. A veces tratas de oponerte, y tratas de hacer cambios en tu
mente, pero la mayoría de las veces no logras nada, o sólo débiles espejismos
de cambio, casi siempre falsamente tranquilizadores, o pequeños logros que casi
siempre no cambian nada más. A veces pides perdón por esto, o sufres, o lo que
sea, casi siempre sigues adelante, sin más… A veces estás agradecido de ser
como eres; casi siempre sólo vives, casi siempre sigues adelante, sin más… Pero nunca puedes ni podrás saber realmente
qué es ese ALGO, aunque estés convencido de que lo sabes, incluso aunque
alguien te diga que lo sabe, que es esto o aquello. No, él o ella no lo sabe,
ni tú, ni Nadie podrá nunca, mientras seamos lo que somos. Solamente
alcanzo a vislumbrar que ese ALGO se pregunta a sí mismo en mí: ¿QUIÉN SOY?