miércoles, 29 de enero de 2014

¿Qué somos?




Nada de lo que experimentamos, percibimos, intuimos o conocemos de la dimensión espiritual representa realmente lo que es y existe en esa dimensión espiritual: ni Dios es dios, ni los ángeles son ángeles, ni el bien es bien, ni el mal es mal, ni la eternidad es eternidad, ni el espíritu, espíritu. Si lo que vemos no es como lo vemos; si lo que oímos no es como lo oímos; si lo que tocamos no es como lo tocamos; si lo que experimentamos con nuestra mente y conciencia no es como lo experimentamos con nuestra mente y conciencia, ¿cuánto menos verdadero y exacto –o hasta real—puede ser aquello para lo cual todavía no hemos desarrollado ni siquiera órganos, ni sistemas funcionales, ni medios perceptivos ni cognitivos específicos ni especializados? Si el ojo se equivoca tanto cuando reconoce rojo y negro, ¿cuánto más no se equivocará la mente cuando experimenta Jesús o muerte o verdad?

Todo está ahí; quizás no tenemos idea de cuánto realmente está ahí de lo que experimentamos y cuánto está sólo dentro de nosotros. Pero lo que está ahí, está ahí… quizás esperándonos, porque pareciéramos acercarnos a algo que está  en un ahí… Quizás los sentidos, la conciencia, la espiritualidad, la ciencia sean todas prolongaciones de un mismo movimiento de aproximación a ese ahí que a veces creemos experimentarlo muy cerca, aunque todavía esté muy lejos…

Somos gusanitos que giran y giran en multitudes alrededor de una misteriosa roca, y esa roca, que es nuestro altar, sabemos que en gran medida la estamos creando nosotros mismos… Sin embargo, debiera alentarnos y darnos confianza que aunque por ahora sin saber en qué medida creamos una existencia ilusoria, al menos creamos… Porque desde el crear surgió el ser y la ilusión, el ahí y el nosotros; nuestra capacidad de ignorar, de engañarnos, de fingir, de mentir, de creer, de producir ciencia incierta también surgió del ahí… Tal vez este gusanito soñando y soñando durante un tiempo sin fin produzca en su momento un sueño único en que se sueñe mariposa y alce su vuelo ahí… Soñar y creer que somos… al menos sin poder dejar de serlo, eso de cierto por ahora podemos hacer...

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