Nada de lo que
experimentamos, percibimos, intuimos o conocemos de la dimensión espiritual
representa realmente lo que es y existe en esa dimensión espiritual: ni Dios es
dios, ni los ángeles son ángeles, ni el bien es bien, ni el mal es mal, ni la eternidad
es eternidad, ni el espíritu, espíritu. Si lo que vemos no es como lo vemos; si
lo que oímos no es como lo oímos; si lo que tocamos no es como lo tocamos; si
lo que experimentamos con nuestra mente y conciencia no es como lo
experimentamos con nuestra mente y conciencia, ¿cuánto menos verdadero y exacto
–o hasta real—puede ser aquello para lo cual todavía no hemos desarrollado ni
siquiera órganos, ni sistemas funcionales, ni medios perceptivos ni cognitivos
específicos ni especializados? Si el ojo se equivoca tanto cuando reconoce rojo
y negro, ¿cuánto más no se equivocará la mente cuando experimenta Jesús o
muerte o verdad?
Todo está ahí; quizás no tenemos idea de cuánto
realmente está ahí de lo que experimentamos y cuánto está sólo dentro de nosotros.
Pero lo que está ahí, está ahí…
quizás esperándonos, porque pareciéramos acercarnos a algo que está en un ahí… Quizás los sentidos, la
conciencia, la espiritualidad, la ciencia sean todas prolongaciones de un mismo
movimiento de aproximación a ese ahí que a veces creemos experimentarlo muy
cerca, aunque todavía esté muy lejos…
Somos gusanitos que
giran y giran en multitudes alrededor de una misteriosa roca, y esa roca, que
es nuestro altar, sabemos que en gran medida la estamos creando nosotros mismos…
Sin embargo, debiera alentarnos y darnos confianza que aunque por ahora sin
saber en qué medida creamos una existencia ilusoria, al menos creamos… Porque desde el crear surgió el
ser y la ilusión, el ahí y el nosotros; nuestra capacidad de ignorar, de engañarnos,
de fingir, de mentir, de creer, de producir ciencia incierta también surgió del
ahí… Tal vez este gusanito soñando y soñando durante un tiempo sin fin produzca
en su momento un sueño único en que se sueñe mariposa y alce su vuelo ahí…
Soñar y creer que somos… al menos sin poder dejar de serlo, eso de cierto por
ahora podemos hacer...
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