sábado, 14 de octubre de 2017

EL PROFETA ME DIJO (III° PARTE)



1.    No existe ninguna verdad, ningún conocimiento, ninguna revelación, ninguna evidencia –desde la más insignificante hasta la más irrefutable-- que no sea en alguna medida error, desconocimiento, ilusión y engaño.

2.    El ser humano no está facultado para acceder a la REALIDAD tal cual ella es. Sólo es capaz de algunos atisbos borrosos de realidad. Lo que ve, cree que es como lo ve. Lo que escucha cree que suena. Lo que toca cree que es como lo toca. Lo que siente cree que es real. Vive bien adentro de esta realidad meramente virtual.

3.    El ser humano necesita producir verdades y conocimientos para ir descubriendo dolorosa y paulatinamente que no son verdades ni conocimientos, sino prótesis para ayudarlo a rehabilitarse de su invalidez de realidad. No hay otra manera de hacerlo.

4.    Me entristece que el ser humano deba despertar de su clausurada irrealidad por medio del sufrimiento. Es violento despertar con un golpe, pero se despierta. Es violento despertar muriendo, pero se acaba despertando.

5.   En otro tiempo nos consolamos creyendo en el amor de un Padre y de una Madre divinos. Ya la mayoría comprendemos que no fue suficiente consuelo atribuir tanto amor a un Dios personal que, demasiado lejano, nos deja hundirnos en el sufrimiento y en la precariedad. Ya la mayoría sospechamos e intuimos que existen presencias Superiores mucho más complejas y presentes que nuestro anticuado concepto de Dios.

6. Todavía necesitamos ser amados por un Ser superior. Sin embargo, nos aterraría descubrir que su Amor se parece poco a nuestro amor humano.

7.  Los seres humanos necesitan darse ánimo unos a otros, decirse palabras esperanzadoras, ver las cosas por el lado positivo, sentirse poderosos en el bien, ayudarse entre sí, amarse unos a otros, ¡Y ESTÁ MUY BIEN!, pero eso no los hace realmente mejores.

8.    Es la transmutación y evolución de la CONCIENCIA lo único que hace profunda y trascendentalmente MEJOR a la persona humana. Volverse hacia el interior de sí mismo es la manera de encontrarse primero con la conciencia básica, la conciencia que te acompaña en todas tus acciones diarias, las buenas y las malas, en tus nobles e innobles gestos, pensamientos y creencias, pero que no llegan de ninguna manera a transfigurar tu conciencia en otra conciencia desarrollada.

9.    Sólo muy pocos podrían hoy asumir el sacrificio, la autodestrucción, la renuncia, la autonegación de transfigurar en un acto de voluntad su propia conciencia en corto tiempo. Es demasiado fácil perder el rumbo y enloquecer en el intento de transitar hacia el portal de la transfiguración de la mente, de la conciencia y de la realidad.

10.  La destrucción de la realidad te enfrentará inevitablemente a la encrucijada de dejarte destruir junto con la destrucción y la locura de la experiencia de un planeta que se deshace, o bien afianzarte en la conciencia superior que has configurado dentro de ti –si de verdad lo has logrado durante este tiempo de adviento--, como si se tratase de un efectivo refugio antinuclear.

11. Tal vez al comienzo te ayude Jesús, María, Jehová, Dios, Alá o Buda, pero si no has trascendido tu propia conciencia independiente de toda divinidad, entonces no podrás resistir la VERDAD. No hay ninguna divinidad más verdadera que tú mismo. ¡Conócete a ti mismo, porque el límite de la realidad será enfrentarte SOLO a ti mismo!

12. Ya no sigas buscando cubrir tu pobreza interior con el amor de Dios, ni con el amor de nadie ni de nada. Sólo cree en tu miserable alma despierta y honesta que necesita avanzar como un gusanillo desnudo, desde tu pobre miseria interior, hasta alcanzar penosa y jubilosamente a tu alado DIOS profundo, aunque en esto tardes otro millón de años.

13 No obtendrás nada con ofrecerle a Dios el amor que le has tenido a Él o a tu prójimo, ni tus acciones, ni tu fe, ni nada vivido, si no demuestras hasta dónde has transfigurado y espiritualizado tu CONCIENCIA, incluso más allá de tu amor.

14. Ningún humano ha traspasado aún el umbral de la CONCIENCIA, porque no estaba accesible a esta Era.


15.   ¡Ahí está! ¡Ha llegado!... ¡EL PORTAL DE LA CONCIENCIA!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario