jueves, 24 de octubre de 2019

CHILE DESPERTÓ




“¡CHILE DESPERTÓ, DESPERTÓ… CHILE DESPERTÓ…!
Así cantan millones de chilenos en las calles, en las marchas, pero también las dueñas de casa y los jubilados mientras hacen sus labores de hogar, los jardineros y aseadores de calles y plazas públicas, los pescadores en alta mar, los jóvenes sobre todo, los niños también (sin saber por qué), y así, y así… Por millones.
Debo decir, primero que todo, después de siete días de convulsión social, que efectivamente despertaron millones de chilenos, de verdad, y por primera vez, después de 1973, e incluso dormidos desde harto antes de esa fecha. Lamentablemente, debo retrucar que no es Chile quien despertó, sino sólo millones de chilenos, seguramente la mayoría de los chilenos, o casi…, porque he constatado que otros millones de chilenos siguen dormidos, incómodos tal vez, pero dormidos. No es sólo el conglomerado de personas que se identifica con la derecha del país, sino también personas que se identifican con la izquierda, o con ningún partido político, y hasta los que “no están ni ahí”, o los que con la mejor voluntad creen que están despiertos, como los sonámbulos, pero en realidad están igualmente dormidos. Siguen profundamente dormidos.
No voy a entrar en ningún tema de estos analíticamente, ya que me conduciría por otros derroteros aquí inabarcables. Sólo me quedaré por ahora un poco “impresionistamente”, intuitivamente, con algunos aspectos generales, pero decisivos, como hitos irrenunciables para mantenerse en el centro de esta realidad; dentro del ojo del huracán…
Trataré de ser lo más directo y simple posible. Los seres humanos históricamente hasta ahora no han sido comprendidos, conocidos, ni tratados debidamente por ninguna ciencia, ninguna filosofía, ninguna ideología, ninguna religión, ninguna psicología, ningún líder, ningún tipo de gobierno, ningún tipo de conocimiento o creencia, cultura, etc., como para que el ser humano, la persona entera, viva y compleja, se reconozca plenamente, esencialmente, DIGNO y DESPIERTO. Esta afirmación desafiante y terrible es el resultado de una larga investigación, experiencia de vida y exploración en todos los campos humanos mencionados, más otros tantos con los que no quiero abundar y cansar hasta la distorsión de mi propósito. Lo que ocurre en Chile, por lo tanto, no es meramente un fenómeno local a este país, sino a la Humanidad sin tiempo, y con todo el tiempo. ¡Sería bonito que hubiese también llegado la hora de escuchar: “¡EL SER HUMANO DESPERTÓ, DESPERTÓ… EL SER HUMANO DESPERTÓ…!”! En todas partes; y que se escuche hasta la Luna, hasta Marte, y más allá.
Millones de chilenos despertaron, pero este despertar puede tener ilimitados grados y niveles de despertar. Primero: ¿Qué haces si despiertas y lo primero que te das cuenta es que debes luchar para sobrevivir en tu nueva condición contra un sistema de vida y contra otros millones de personas que no quieren tu “asqueroso” o inmanejable despertar?... ¿Qué hacer si tu primera reacción es dar manotazos de rabia y desesperación, quemando y destruyendo los fantasmas horrorosos de tu pesadilla, y que además quieren extenderse también, de maneras abiertas y solapadas, a tu Mundo y a tu realidad de nuevo despierto?... Para los no-despiertos: Entonces, en respuesta, ¿sacar las fuerzas de orden y seguridad a las calles, tomarse el poder y control total de la sociedad con las fuerzas con que te ha investido y obligado constitucionalmente el país, para “defender la democracia”, y “los más altos valores de la sociedad” y de la “condición humana”, etc.?... O sea, responder a cualquier expresión, forma y manifestación de violencia contra una clase social que se despierta contra un sistema económico basado en la supremacía del capital, y que además se despierta contra una visión de vida y de realidad ya insoportable; digo, como no-despierto pero que se siente perfectamente despierto – como nos sentimos casi siempre dentro de nuestros sueños nocturnos--, responder a esto, directa, cruda y “constitucionalmente” con VIOLENCIA, con otro tipo de violencia, inmensamente solapada, más allá de abiertamente intimidar, castigar, proteger y reprimir a toda la población descontenta con unos individuos uniformados, pero también de civil, que han jurado ante todo proteger, dañar y destruir  -- contradicción tan propia de alguien que sueña -- a otro ser humano “de ser necesario”, y según lo manda la ley y las autoridades constitucionales. O también, ¿con la mejor buena voluntad hacer concesiones para buscar ideales de entendimiento, de paz, de gobernabilidad, de bienestar económico, o lo que sea que pienses como “bueno” para tu país, y dialogar y mostrarte sinceramente conciliador, pero, aun así, SEGUIR DURMIENDO y SOÑANDO?... ¿Qué es esto?... Tendré que abordarlo en un próximo escrito, ya que amerita un tratamiento aparte y cuidadosamente crítico.
Que no se me entienda mal. Yo he llegado a ser un ser tan tolerante de la multiplicidad y diversidad humana que no puedo dejar de entender que el dormido, el uniformado, el presidente, simplemente el otro, quienquiera que sea, tiene derechos y dignidad como el que está despierto, pero no los mismos. Los seres humanos no son, unos, ángeles privilegiados, y los otros, malditos demonios; somos todos una mezcla de ambos, pero, sobre todo, ¡ALGO MÁS! Y esto algo más creo firmemente que todavía no lo hemos descubierto, o inventado, o consensuado, o lo que sea que deba ser.
[Continuará esta reflexión.]

domingo, 19 de mayo de 2019

DESPEDIDA DE MIS LECTORES DEL BLOG


Amigos míos:

Después de muchos años de haber sido acosado, espiado, censurado y restringido de diferentes maneras por medios públicos como Facebook y Google-blogger –entre otros--, he tomado la decisión de reducir casi a cero mi actividad en estos medios por un largo tiempo. El Mundo está siendo vigilado y manipulado a un nivel que la gente no informada no podría creer. Ya no estoy hablando sólo de sistemas ocultos de vigilancia dependientes de Estados Unidos e Israel, sino de todas las grandes naciones que consideran los medios informáticos como una plataforma de poder político y global que puede serles útil, o puede afectarlos. He acumulado evidencias con las que podría publicar un documental, pero no me interesa entrar en ese mundo ruin y perverso, porque sé cómo acabará todo esto.
Por otra parte, de diferentes maneras ya lo he declarado y revelado parcialmente. Mi vida actualmente toma un curso que puede prescindir de estos medios de comunicación, ya que mi misión de comunicador, y de removedor y orientador de conciencias, está experimentando una fuerte transformación e iniciación a otras MODULACIONES. Los que quieran seguir sabiendo de mí, siempre podrán encontrarme de diferentes maneras.