sábado, 30 de septiembre de 2017

EL PROFETA ME DIJO (II° PARTE)




El Profeta me dijo que escribiera:

1.    Los plazos se agotan. Los plazos me duelen. Los vapores tenebrosos de todas las fuentes comienzan a extenderse por los cielos del mundo eclipsando progresivamente la Luz.

2.  Ninguna palabra humana puede contener ni remotamente la realidad que se avecina. Los seres humanos se esfuerzan por entender; se esfuerzan por tranquilizarse unos a otros; se esfuerzan por desacreditar lo inevitable; se esfuerzan por apretujarse dentro de sus refugios mentales conocidos. El orgullo de ser humano por encima de todo comienza a empequeñecerse ante el desorden creciente de TODO…

3.    Los seres humanos han sido llevados a la encrucijada final, y ahora tendrán que avanzar sólo en dos direcciones posibles: Hacia arriba, o hacia abajo. Hacia arriba: el camino de un espíritu nuevo; hacia abajo, del espíritu que renuncia a sí mismo y se disuelve en zona de la realidad desconocida.

4.    Tantos y tantos esperan con ansias anuncios claros y precisos; esperan fechas, nombres, cantidades, evidencias y lugares; esperan instrucciones, datos, pruebas, y caudillos que los guíen de la mano… Pero a la Humanidad se le ha vedado en este estadio evolutivo el acceso a las dimensiones del conocimiento trascendental. En este tiempo final, se le ha retirado al mismísimo Salvador.

5.    Una vez más tienen la Verdad ante sus ojos y no la ven; tienen la Verdad dentro de sus oídos y no la escuchan. En cambio, han erigido verdades a medias y falsas verdades hacia todas partes, desde lo más grande del Universo, hasta lo más pequeño. Sus mentes reducidas, estructuradas, condicionadas, limitadas, simplificadas, ya no soportan las nuevas realidades que aparecen, y en su desesperación se aferran a sus minúsculas categorías, a sus mezquinas y violentas emociones, a su infatigable instinto de negación y autoengaño.

6.   Y aun así el Amor del Espíritu del Universo está con ustedes para acompañarlos de infinitas maneras en su agonía hasta la muerte... ¿Para qué seguir cuidando en este nuevo siglo el proferir mis hirientes palabras, si ya nada se asemeja a la inmisericorde y terrorífica realidad que avanza sobre ustedes?... ¿Para qué seguir escondiendo y suavizando compasivamente lo que ya se aparece cruelmente a la vista y hasta a la misma inteligencia humana?

7.  Desde siempre ya se dijo todo, nada nuevo se dirá... Aun así, la verdad evoluciona más sutil de lo que la mente común puede percibir y asimilar. Todo lo que se reveló a medias a través de los profetas, a través de los videntes, de los maestros iluminados, de adivinos, de médium, de innumerables hombres y mujeres dotados de visión, se irá develando en su manifestación nueva y única sólo ahora, al fin presente, ante los atónitos sentidos humanos.

8.    Si queda esperanza, se encuentra en tu profundo interior. Si queda amor, se encuentra en tu profundo interior. Si queda algo de Dios, se encuentra en tu profundo interior. Ya no busques fuera de ti, las tinieblas por todas partes crecen y crecen…

9.    ¿Cómo podrías reconocer las luces en el cielo?... ¿Cómo podrías encontrarte con seres de otros mundos, tú, pequeña miseria humana?... Debo protegerte y vigilarte, sin que tú siquiera lo sospeches, por encima de los techos de tus moradas. Debo protegerte y vigilarte, sin que tú siquiera lo sospeches, sólo junto a los límites de tu alma. ¿No ves que una ley pronta a caducar me impide acercarme a ti?...

10.   ¡Cómo dolerá tu carne quemada hasta el hueso!...

11.   ¡Vuélvete hacia tu interior y sumérgete en él, si has logrado crear el más hondo refugio subterráneo en ti, vida tras vida hasta ahora!... ¡No puedo hacer nada más ya por ti, lo he intentado todo, Humanidad deshecha por tu propia destrucción!... ¡Afuera de ti ya no va quedando nada!... Sólo tal vez el quejido que se apaga de un moribundo. ¡No querrás seguir aferrándote a esta vida!

12.  Y sobre el tiempo y el espacio estaremos esperando ingrávidos sobre ti, dentro de ti, la hora justa para volver a descender sobre nuestro planeta Tierra arrasado y otra vez renacido.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

EL PROFETA ME DIJO




El Profeta me dijo que escribiera:

1.    El ser humano no puede acceder a la Verdad sino a través de alegorías, símbolos y metáforas, que revelan y al mismo tiempo encubren y distorsionan la Verdad.

2.    Vendrán pronto días horribles, como no los ha habido desde la fundación del planeta. Una implosión hacia el interior del mundo desde muchas fuentes de destrucción. La peor de todas ellas será el genocidio bélico y nuclear, y, como consecuencia, la contaminación radioactiva y la hambruna del planeta. Sin embargo, para cada humano que muera, la peor manera de morir será la suya.

3.    Ya la nombraron La Ira de Dios[1], pero no es obra de la ira de Dios, sino de la locura humana. 

4.    El Universo también arrojará destrucción sobre el mundo, porque el ser humano no cumplió con la responsabilidad que se le otorgó sobre la propia Humanidad y sobre este maravilloso planeta. Una y otra vez frente a cada decisión y conflicto resolvió de forma miserable y mezquina. El hombre ingenuo pensará que Dios lo ha abandonado y que su furor es lo que lo destruye a él y al mundo entero. El hombre necio pensará que son cosas del azar.

5.    Las Fuerzas de la Destrucción superaron por completo la inteligencia humana (ciencia, razón, etc.), que no alcanzó a comprender qué son en realidad, ni cómo actúan. Las Fuerzas de la Destrucción –algunos las llamaron Demonio-- fueron alimentadas y atraídas por diferentes planos de conciencia individual y colectiva  durante miles de años, hasta que finalmente explotó con un poder concentrado y de mil maneras.

6.    Hubo innumerables hombres y mujeres benignos que hicieron grandes cosas por la Humanidad; que intentaron detener la ignorancia, la locura humana y el final, pero ahora contemplan desde afuera la Obra del Hombre con sus almas transidas de dolor, incapaces de más. Se acabaron los hombres santos e iluminados para liderar a la Humanidad. Se agotó el tiempo.

7.    No existe Dios, no existen dioses ni demonios, sólo han sido conceptos útiles o se han concretado a través de la historia humana como representaciones, manifestaciones y proyecciones (religiones, milagros y creencias) de otros planos de realidad aún inviables para el primitivo y limitado ser humano.

8.    Existen Seres y Entidades extraterrestres e interdimensionales que protegen y colaboran actualmente con la Humanidad, pero también hay otros Seres extraterrestres que menosprecian al ser humano y lo tratan conforme a esa valoración. Su moral evolutiva sólo es consecuente con su propia historia evolutiva cósmica.

9.    Estos Seres que desprecian al ser humano por su primitivismo evolutivo y su comportamiento concordante son altamente peligrosos para la Humanidad, pues utilizan poderosísimos medios que pueden confundir y trastornar completamente al ser humano. Ellos no son malos, pero el efecto para nosotros es malo.

10. Los Seres Benignos, asociados a experiencias con Seres de luz y de amor, se conectan sutilmente en diferentes planos con los seres humanos, especialmente con los humanos que están más evolucionados. No hay que buscarlos en el cielo, sino en el corazón y en las profundidades de la conciencia y de la mente.

11. Nunca hay que tomar las revelaciones de los Seres Benignos al pie de la letra, porque somos imperfectos receptores para la Verdad y la realidad, y siempre deformamos de alguna manera Su mensaje y contenido. Esta misma Profecía debe ser filtrada por la conciencia superior de cada persona. Es más, los Seres Benignos no deben mostrarnos toda la Verdad, porque no estamos debidamente ajustados para ella.

12.  La próxima destrucción del planeta por causas humanas desatará al mismo tiempo una guerra cósmica entre Seres y Entidades extraterrestres, en la que la Tierra se verá involucrada.

13. En los registros míticos y religiosos de antiguas civilizaciones se acredita que ya han habido varias guerras cósmicas (entre dioses) por causa de la Tierra. 

14.  Hay grupos humanos asociados al poder político, militar y económico que han establecido contacto y alianzas con Seres extraterrestres, cuya verdadera intención es utilizarnos para sus propios fines. Estos grupos humanos creen que obtendrán beneficios para sí mismos y el remanente de la Humanidad, pero se engañan por completo.

15.  Estos grupos de poder han sido advertidos de lo que les advendrá, lo mismo que al planeta Tierra, pero ya son incapaces de echar pie atrás. Sólo tienen lo que poseen. No son capaces de renunciar a lo que poseen y a lo que son.

16. Morir no es malo si se entiende que es un tránsito hacia una nueva oportunidad de continuar la evolución personal y de la especie. Morir también es malo, porque corta abruptamente un curso evolutivo de vida. Por lo mismo, es peor morir al año de vida que a los cien. 

17. No hay nada más terrible y perjudicial para el ser humano que el daño y la destrucción de los seres amados, y de lo que uno verdaderamente ama.

18. Los Seres Malignos para el ser humano saben que perderán la guerra planetaria, pero la llevarán igualmente a cabo, porque de igual manera obtendrán beneficios de ella.

19. Los Seres y Entidades Benignos sanarán las profundas heridas de este mundo y establecerán un nuevo y superior Plan Evolutivo para la Humanidad. Se realizarán los debidos ajustes energéticos y genéticos en la especie humana, lo mismo que en los planos sutiles planetarios.

20. Esta Profecía ha sido entregada para conocimiento, procesamiento y juicio interno de cada persona, no para cambiar creencias, pensamientos ni hechos.


[1] Sofonías: “14. Se acerca el gran día de Yahvé, viene presuroso; el estruendo del día de Yahvé es horrible, hasta los fuertes dan gritos amargos. 15. Día de ira es aquél, día de angustia y de congoja, día de ruina y de asolamiento, día de tinieblas y oscuridad, día de sombras y densos nublados, 16. día de trompeta y alarma en las ciudades fuertes y en las altas torres. 17. Aterraré a los hombres, que andarán como ciegos; por haber pecado contra Yahvé, su sangre será derramada como se derrama el polvo, y tirados sus cadáveres como estiércol. 18. Ni su oro ni su plata podrán librarlos en el día de la ira de Yahvé, pues toda la tierra será consumida en el fuego de su furor, pues consumará la ruina, la pérdida repentina de todos los moradores de la tierra.”