martes, 11 de julio de 2017

Afuera






Afuera de este diminuto espacio iluminado y tibio
veo sólo oscuridad por las ventanas,
tenebrosas ventanas que me protegen del precipicio de un mundo abisal,
o de montañas de rocas fantasmagóricas y negras
que van escalando dificultosamente
hasta lo más alto y ancho por encima de todo:
la muerte.

Y más allá de la oscuridad y la muerte
un sol poderoso, invisible, inalcanzable,
se burla al igual que la muerte
de la tenebrosa ceguera humana
que dormita detrás de unas minúsculas ventanas.