sábado, 9 de mayo de 2015

Ilusos e ilusionistas



Los reyes hacen chocar sus copas de oro
y el trueno de la música feliz ensordece la corte,
baila y ríe dentro del resplandor
ausente de las multitudes que afuera
queman por miles los cadáveres de sus deudos
en hogueras de hambre y negación.
Dinosaurios y profetas abandonaron juntos
el espacio de este mundo inconmovible
cuando un niño tras otro es degollado
y martirizado por los que esconden
la verdad,
esa que ha borrado todo tantas veces,
incluso sus horizontes en el mar, sus bendiciones, sus madres,
su piedad.

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