martes, 9 de septiembre de 2014

LA NECESIDAD DE SER



Camino sobre el filo de una espada con los pies desnudos. Cada paso es una herida sobre la sangre de otra herida. ¿Acaso sé por qué? ¿Acaso poseo una certeza de adónde voy? Por todas partes aparece el vacío insondable cuando se deja de experimentar la apariencia sólida, ingenua y feliz de lo inmediato. Abajo —quién sabe—la cosa desconocida, o la boca negra de la nada, o quizás peor, la nada de un caer sin fin... ¿Qué libertad es ésta? La herida del paso que aún no he caminado siempre es preferible a la que duele en el ahora. Quien me puso sobre la espada de la vida, me concedió imaginación para inventarme lo que no me enseñan mi vista ni mi entendimiento, y fe para realizar lo que mi imaginación compasivamente me inventa y lo que estos otros sentidos y esta otra conciencia me señalan como absurdo: caminar y caminar sobre una espada con los pies desnudos.

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