La
humanidad
mancha de humedad sobre
el muro
del viejo hospital
siquiátrico
contemplada
por un loco
sonrisa ebria.
Ojalá
con el tiempo a esa oscura mancha le pinten
dos alas de fuego
y eche a volar en un
carro
disparando
arcoíris de pétalos de perales
con
ojos de niños muertos.