Hermano-hermana míos, reza esta
oración con todos tus actos, con todos tus pensamientos, con todos sus sentimientos
y emociones, al despertar, al dormirte y mientras duermes. Reza esta oración
con palabras y sin palabras, conciente e inconcientemente, contigo mismo y con
los demás, con tus sentidos y con todo tu ser. Y experimentarás a Dios en ti y en
todo:
Padre-Madre
mío que estás en el hontanar de mi cielo interior
santificado
seas en mi nombre espiritual,
venga
a mí tu reino trascendental,
hágase
tu voluntad sincrónica en mi tierra interna como en tu cielo de amor,
dame
hoy y siempre tu alimento de vida eterna,
sé
paciente con mis errores
como
yo sufro y soy paciente con los errores de quienes me rodean,
no
me dejes caer en la inconciencia
y
ayúdame a liberarme de mi propio mal.
Así sea.
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