sábado, 26 de julio de 2014

HERMANO DEL FUTURO




Hermano del futuro, ven, pasa, toma asiento a mi lado y conversemos... Deja ya de espiarme por la ventana, tras las celosías, por lo alto de mi techo y bajo mi cama. Yo sé que desconfías de mí y con justa razón. Soy apenas un hombre de carne y hueso, y mi alma tosca para ti es semejante a la de un recién nacido… Tú sabes que te quiero, te busco y te llamo, pero te rechazo con la cualidad de mi persona… No es suficiente que done mis bienes a los necesitados, que ame a mi prójimo como a mí mismo, que alabe al Dios eterno a cada instante, que me niegue a mí mismo para seguirte a ti, o que te reconozca en el que sufre y en el miserable, ni que sirva ante todo a los demás, no, ya no es suficiente... Aunque haga así, no quieres entrar a mi casa y sentarte a conversar conmigo. Tú me conoces y sabes que todavía no estoy preparado para el futuro, hermano del futuro, porque todavía no experimento cómo se hace el futuro, presente dentro de mi propia casa… Dejé de buscarte en el pasado, te busco en tus señales presentes y aun así no es suficiente… Pasa ya, hermano del futuro… siéntate a mi lado y conversemos…

sábado, 19 de julio de 2014

El piano rojo



El piano rojo alza el vuelo
sobre las crestas azules
fogonazo entre vellos brumosos
de una espalda húmeda
cuajada de himnos de lobos blancos
y risas de mendigos asustados y ebrios
dentro del túnel de la noche oscura del alma
y gaviotas de metal dormidas sobre la arena
y la paz de un mantel cuadriculado en sepia
y la luna encerrada dentro de un barco imposible
y el viento divergente del pensamiento
afuera en el silencio inverosímil
de una simple y vieja sordera interior.
Pero… ¡esa música!
la música de las esferas de todos los universos
la música dilatada y roja
la música de la muerte
y las incomprensibles lágrimas de un recién nacido
que sonríe.

jueves, 17 de julio de 2014

ÉXTASIS





Me encuentro sentado sobre una roca, a la orilla de un sendero en el campo. El sol ilumina todo desde bien arriba. No tengo calor, estoy en paz, un sentimiento de bienestar me recibe en el mundo. Veo flores blancas y anaranjadas entre hierbas verdes; huellas de carretas se balancean en el suelo a mi lado; la alameda contiene el deslinde hacia otra tierra y se mantiene bien erguida, apuntando por casualidad hacia lo alto; huele embriagadoramente extraño aunque no haya olores.
Hay algo muy azul por encima de mí, quizás un océano, o un cielo, o el techo de mi propia mente. Quiero detener el tiempo, y reunir todo el espacio en este espacio. No puedo. Sé que todo cambia y el esfuerzo angustioso alimenta la vida que se engaña a sí misma… ¿Soy algo?
Mi mente también puede sostener este estado con la intensidad de un sueño y hacerlo más real incluso que todo. Estoy definitivamente afuera y adentro de mí. Las garzas despiden el verano inmóviles sobre el cielo.

domingo, 13 de julio de 2014

Franja de Gaza





Ya ni nos extrañaría
que nos colgaran a pedazos y tiras de carne
sobre un largo cordel como ropa tendida
en todas las plazas abiertas del  mundo.