¿Por qué tenía que sufrir tanta
soledad cuando tenía dieciséis años? ¿Por qué no tuve la fortaleza para sonreír
en paz como ahora que tengo 55 y sigo estando tan solo como entonces?...
Escucho Pompa y Circunstancia de Elgar, y se me impone hoy como ayer todo el
dolor reunido en la marcha de graduación de mi enseñanza escolar… El dolor de
lo vivido se graba para toda la vida, hasta que el resplandor de la muerte lo
ahija en su matriz temporal para una nueva existencia de dolor, o hasta que
alcanzas al fin la paz inextinguible y liberadora en medio de tu dolor simplemente
humano…
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