domingo, 1 de junio de 2014

KARMA



¿Por qué tenía que sufrir tanta soledad cuando tenía dieciséis años? ¿Por qué no tuve la fortaleza para sonreír en paz como ahora que tengo 55 y sigo estando tan solo como entonces?... Escucho Pompa y Circunstancia de Elgar, y se me impone hoy como ayer todo el dolor reunido en la marcha de graduación de mi enseñanza escolar… El dolor de lo vivido se graba para toda la vida, hasta que el resplandor de la muerte lo ahija en su matriz temporal para una nueva existencia de dolor, o hasta que alcanzas al fin la paz inextinguible y liberadora en medio de tu dolor simplemente humano…






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