domingo, 3 de febrero de 2013

Salvarme




Querer salvarme
pero regreso como rueda de vida
al estado anodino de un cenicero melancólico.
Me anima la sensación del cóndor
cuando me invento planear tan alto
y presiento que es posible lo imposible
como que un cielo intensamente azul
se vuelva pardo y estrellado.
Vivo en mi presente inmóvil
moviendo objetos con la mano
aprieto tornillos y hasta quiebro vasos
pero mi guía interno investiga
los senderos de la muerte
con la voluntad de diseñar chimeneas y puentes
para huir como un santo peligroso de este infierno.
Dichosa putrefacción del basural científico
prótesis de la mente enferma
con tenazas y tubos inyectados por los poros
en una cama de cemento bloqueada por los cuatro costados
en un hospital siquiátrico para empresarios y trabajadores
bailando al son de la rumba tropical.
Me despego de este viscoso percolado de mi sangre
en repentinas omnividencias de caracol cósmico
babeando luz y lejanías entre poemas inservibles
como servilletas con marbetes de oro
arrojadas en un tacho junto al wáter
para la contemplación de mi propio impulso
que se aferra a la existencia
como el sostén de una rama a punto de quebrarse
agradecida de su propia flexible gratitud.
Las nubes bajan como ovnis que me abducen
y adentro el agua de dios me pasea por mi planeta
el planeta que voy inventando en mi desvarío
con nombres, con puntos de vista, con empujones
con los golpes del dolor y las matanzas próximas
o tentaciones de ternura y lógicas de equilibrio
como un luchador minúsculo contra el universo inmenso
se contonea amenazante y ridículo.
Quiero estar en la conciencia
me agarro a la oreja de mi conciencia
soy conciencia y me resisto a morir al final y ahora
soy conciencia empecinada en trascender mi pobreza
soy conciencia convencida de acrecentar el Ser
aunque el día me imponga veinticuatro horas.
Yo me confirmo haciéndome necesario
yo me vuelvo divino si evito la muerte de los otros
yo me salvo a mí mismo
si me engullo el mundo
por la garganta devoradora del mundo unificado.

1 comentario:

  1. Amigo un poema existencias donde los haya!
    el deseo de trascender.
    Siempre es un placer leerte.
    Un abrazo

    ResponderBorrar