Tres
días de tinieblas
tres
días como tres campanadas del infierno
tres
días de un tridente clavado
en
la frente las manos y los pies.
Tres
días de pecados consumados
de
ensueños masticados a la carrera
tres
días de sexo, de alcohol, de drogas iluminadoras
tres
días de rezos, de confesiones hediondas y perdón sin sentido
para
olvidar pronto la muerte que comienza
siempre
antes y después de tres días.
bastaron tres días rodri y una eternidad para agradecer.
ResponderBorrarsaludos.
¿Qué estamos agradeciendo, mi querido jon? Todavía el "Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado"... Mira tu cruz en el mundo de hoy... Tres noches que aun no terminan...
BorrarUn abrazo.