Si
hubiese una sola casa junto a mi camino
sería
el final de este camino.
Si
hubiese una mujer amasando el pan
y
moliendo perfumado café al despertar
se
acabarían mi hambre y mi sed.
Si
hubiese un destino para besarme suavemente
en
lugar de un reloj que marca las horas
me
quedaría dormido dentro de un cubículo de tierra
en
paz.
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