Levanté
una piedra, pero allí no estabas.
Corté
un árbol, pero no estabas dentro de él.
Fui
a la luna y sólo pisé polvo blanco.
Te
llamé cuando te necesitaba, pero no respondiste.
Cribamos
la tierra hasta no dejar nada en su lugar,
pero
no reconocimos señal alguna de tu presencia.
Tal
vez exista Dios, tal vez no,
pero
después de este comportamiento mío y nuestro
hemos
dejado en claro
cuán
lejos estamos de parecernos a un dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario