sábado, 6 de octubre de 2012

Hacia atrás




Las olas venían a golpear mi mañana
y un gallo depositaba sobre mi almohada
aroma de huevos a la copa,
las yagas nocturnas lavadas con harina tostada
las manos blancas como cortinas al viento
voces de hadas tempraneras con nombres de madres
y el gato ronroneando bajo las sábanas.

El pasado es infinito
jamás se detiene en ningún recuerdo,
huele a sol enterrado bajo infinitos soles
o a trenzas de voces y besos
a espiral de claroscuros
caída libre por el centro de sí misma,
al ojo de la tierra atravesado por un relámpago,
a las neblinas de la infancia quieta
entre columnas de amor y miedo.

Corría desnudo por la playa larga
sin cuerpo, a pura alma pelada
y así se iba el tiempo hacia atrás
enroscándose hacia la noche feliz
de mi pasado infinito.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario