El
otoño llega sonriente a repartir en su cesta
un
millón de colores nunca vistos,
un
millón de seres atraviesa por primera vez el telón de la inexistencia,
la
luz del sol cae como el corte de una espada oblicua
incendiando
compasivamente la carne viva de las cosas,
entonces
me quedo dormido y sueño en paz
que
el otoño ha llegado a mi alma.
Bendita paz en cesta de colores otoñales.
ResponderBorrarArmonía y belleza instalada
en el alma de quien sabe amar la vida
en todos sus tonos y con todos sus matices.
Bellas imágenes que atravezaron distancias
para apostarse en el centro de mi esencia
como el bien querer que duplica los sentires
del uno en el otro.
Así la luz traspasa el infinito sin resistencia... Así el amor trasciende toda distancia.
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