domingo, 17 de junio de 2012

Honestamente



Honestamente
la vida es bella,
contemplar naturaleza
me maravilla
hasta que pienso en los ciegos,
escuchar a Chopin recostado
bebiendo un pisco sour,
hasta que pienso en los sordos,
en los suicidas, en los vagos, en los pobres
enfermos, golpeados, saqueados y abandonados.
La vida es bella
porque tengo un cuerpo sano,
hijos felices, una casa acogedora y una hermosa mujer,
hasta que veo la miseria por todos lados,
la peor de todas
encubierta,
y aunque nunca llegue a mi vida,
sólo puedo concluir
que la vida es bella, terrible y dolorosa.

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