Nunca
me cansaré de besarte,
montaña
de mirtos y coigües besados de niebla
luz
de amanecer en la alta montaña
por
la vereda que allá repentinamente se ilumina
por
la gota que despierta entre los pétalos de un nomeolvides
por
el rayo de sol que lacera hondamente la nieve transformándolo todo
por
el agua encendida que bajará rodando
desde
la montaña hasta tu boca,
no
dejaré de besarte.
No
dejaré de besarte,
aunque
nos rodeen muros con flores de papel y no montañas,
aunque
la romana fatalidad quiebre con su beso mis rodillas
con
su beso seco y sordo,
aunque
los años repetidos y monótonos
me
tienten con un ¿Para qué besarla?
Vendrán
mil desgracias a alejarme de ti,
vendrán
hombres, tristeza, indiferencia y muerte
vendrán.
Aun
así, aunque mi cuerpo se desmorone desgraciadamente bajo la tierra
inmortalizados
volverán mis labios a besarte.
¡Bellísimo poema mi querido Rodry!
ResponderBorrarEncanto, emoción y versos tan sublimes como la esencia del autor. Imágenes que se quedan para saborearlas una y otra vez.
¡Excelente POETA!