viernes, 20 de enero de 2012

El mar


Sentados frente al mar
sobre una roca tan vieja como la tierra
huele a sal y vinagre
huele a sudor y tristeza
toda vez que una ola se destruye
demencial y fiera contra el roquerío.
La niebla va entrando de a poco
el frío duele
cede la luz
pronto el movimiento del mar
se ahorcará
de espaldas
en un angustioso bramido.
El mar viene y va
por encima de la tierra
para lavar heridas profundas.

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