domingo, 30 de diciembre de 2012

Tarde o temprano




Hubo un tiempo en que mis piernas
corrieron descarriladas detrás de mi pensamiento,
imité el asalto de las mariposas blancas amarillas y rojas alrededor de las nubes,
las nubes representaron magistralmente para mí el drama de las formas infinitas
sobre el telón cinematográfico de los ojos azules del cielo,
mi felicidad se parecía tanto al sol de afuera y de adentro,
aun así volteé hacia atrás como un gato erizado ante las miradas agrias,
el bailarín converso de las cuatro esquinas sin fin del mundo.

Hubo un tiempo en que mis sentidos
ya no pudieron jugar con la intensidad
que la paciencia de Dios les había perdonado sentir
y no me importó enloquecer
ilegalmente
desde temprana edad.

Ahora enloquezco en regla
recordando que viví.

sábado, 29 de diciembre de 2012

El monje




El monje miró por el ventanuco de su celda,
lanzó un quejido
--algo atravesó su pupila
replandeciente, veloz
y se clavó al fondo
en la retina sensitiva de su alma.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Principio y fin




He nacido en un pueblo
he muerto en un pueblo.

He nacido en una ciudad
he muerto en una ciudad.

He nacido una vez
he muerto.

He muerto una vez
para nacer y nacer.

Modesta aceptación.

martes, 25 de diciembre de 2012

Ángel de la guarda




Ángel de mi guarda
nombre aprendido en el sueño de mi infancia
entre descensos apresurados de bondad huérfana
en respuestas tímidas y muy mías de amor
a un despertar de atrevidos acosos
que a veces se enfrenta con gigantes de ensueños
y golpes de destino incomprensible
como rayos encadenados alrededor de mi flaca figura
entre besos y manotazos de plumas celestiales
porque todo ángel identifica su zona de crueldad
como la sombra furiosa del ángel que lucha contra sí mismo
y nos adormece sin certeza si para la vida eterna
o para esta vida moribunda del despertar matutino.

Ángel de la guarda sin cliché
ángel desbordado de los mitos patrimoniales
resoplido de una consciencia alterada por el miedo
que se habla a sí misma convincente y convencida
en el reconocimiento de su propio vuelo cósmico
ángel con ángel
advenimiento de las tormentas dulcificadas
de las paternidades dudosas pero ciertas
de los caminos incomprensibles del extrañamiento
humanizados a fuerza de un dios de amor
con ángeles guardianes como legiones de moscas santas
que se reparten los niños del planeta
y juegan a otorgarles dulces sueños en abrazos de felpa
o a dejarlos caer por la angustiosa garganta de la muerte
hasta recibirlos por el otro lado del dolor
en la cuna de la muerte que comienza.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Porfía




Más que todo me duele
que la punta de todos los filos
se vuelve inexorablemente
calma y suave
después de haberse clavado
innumerables veces.