viernes, 5 de agosto de 2011

CALLES VACÍAS

Mi hija me llamó para decirme que las calles estaban inusualmente vacías. He salido y he comprobado el silencio y la ausencia de todo. Incluso zorzales y perros viejos han buscado un cobijo, o simplemente ya no están. En las calles, el páramo de la soledad. El páramo. No es de día ni de noche, sólo hay color tristeza. Una fuerza invisible ha empujado las calles a vacío. El silencio borra todo sentido. Sólo en algunos hogares sencillos deben latir corazones ardientes, de lo contrario, esto no sería más que un sueño. Mi hija no cesa de llamarme. Tiene miedo.

5 comentarios:

  1. cuando no quede un ser humanos en las calles y el silencio sea dueño y señor habremos alcanzado el ORDEN, entonces Nadie será feliz

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  2. un abrazo a tu hija de la mía, dice que es bueno tener miedo si se sabe que lo provoca

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  3. Eso es lo que quiere el poder que tengamos miedo hasta de nuestra sombra. Aspiran a un control social absoluto con seres humanos totalmente alienados que obren a los mandatos y que no piensen, pero que tengan miedo, mucho miedo, un terror tan irracional que les impida movilizarse.
    Sin embargo, en el contexto actual los poderosos están viendo que su aspiración está muy lejos, pero que muy lejos de cumplirse, porque los pueblos ofrecen duras resistencias, al no estar dispuestos a dejarse subyugar por más tiempo y reivindican justicia, y exigen derechos y dicen "basta ya" ante tanta corrupción y ante tanto atropello contra sus conquistas sociales y económicas.

    Y anima a tu hija porque las calles no están silenciosas, sino todo lo contrario, rezuman vitalidad por todos sus poros con gente reivindicativa y luchadora; porque las calles son del pueblo. Ejemplos los tenemos en muchas partes del mundo: en Chile, España, Gran Bretaña, Francia,, Italia, Grecia, Túnez, Marruecos, Egipto, Siria, Libia...

    Salud y República.

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  4. Un relato en tono poético que deja mucho para meditar.Consigues en pocas líneas un gran impacto en quien te lee y como te dije en alguna otra entrada en tus palabras uno encuentra más preguntas que respuestas. Creo que es tu intención invitarnos a mirar dentro de nosotros mismos.
    Quiero plegarme al comentario de Durruti, (sin entrar en política que no es mi fuerte) coincidiendo con él en que algo está pasando con la voz de los pueblos que se ha despertado en muchísimos países, y me maravillo de que no sean gritos los que se escuchan, tan solo son correos electrónicos y mensajes en las redes sociales, lo que los une, los alienta y los moviliza. Es un nuevo poder que se nos ha presentado y los que tienen el poder son hoy los que temen sin saber como reaccionar a este nuevo tipo de revolución que se les planta en una lucha del día a día.

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  5. Comparto el sentir e impresiones de todos mis amigos. Aquí represento por una parte ese estado previo, paradójico que acontece en el mundo sensible, cuando se tensan el cielo colectivo, el cielo mundial, antes del armagedón, de la gran revolución, del motín de los pobres, del juicio final, de la destrucción indiscriminada, del kali yuga y de tantos otros nombres y representaciones que se ha hecho a través de los tiempos de este tiempo de crisis en que revienta la historia humana por tensiones nunca vistas. El miedo recibe múltiples sentidos y vivencias en esta hora decisiva. La calle es su proyección.

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