jueves, 21 de julio de 2011

PROFUNDO DESPERTAR


Había caminado toda la noche y de pronto me di cuenta de que había caminado toda la noche. Miré hacia atrás entre la hierba y vi las huellas que salían de mis pies en reversa. Más allá de donde mi vista alcanzaba no había recuerdos. La luna pintaba con salpicados trazos blancos esos misteriosos seres llamados árboles y alguna agua dulce, que no alcanzaba a ver, tañía el hermoso instrumento de una cascada, seguramente blanca. ¿Por qué había llegado hasta allí?... No lo sabía. Sentí entonces una inquietante sensación, como si todo a mi alrededor quisiese anunciarme algo, un algo sobrecogedor y diferente, pero eso mismo todo se desvanecía una y otra vez en algo hermoso. A mi lado repentinamente surgió un sendero blanco y una piedra negra. En ella me senté y me dispuse a esperar. La noche parecía desbordarse sigilosamente por el cielo hasta llegar a su fin. Entonces comencé a escuchar las voces, el canto melodioso alegre y triste de algunos seres lejanos que batían o sus palmas o sus alas, felices. Sentí una emoción infinita, un estallido final de nostalgia y ansia. Traté de ponerme de pie, pero mi cuerpo se dobló con un suave crujido sobre el pasto, y me dormí.

2 comentarios:

  1. Hola Rodrigo: esta entrada la encuentro distinta a otras me hace pensar en cuentos de hadas, sueños e irrealidades: Pase a visitarte porque mi amiga Sally me ha hecho un regalo y quiero compartirlo contigo. Cuando quieras pasa a buscarlo por mi página. Un abrazo

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  2. Sueños y reflexiones profundas, para un "Despertar Profundo"

    Abrazo GRANDE!

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